Hay muchos tipos diferentes de “viajes”: viajes de “vacaciones”, en los que pasas todo el tiempo contemplando la puesta de sol desde lujosos barcos; viajes de “negocios”, en los que te definen los horarios y las justificaciones del viaje; y viajes de “aventura”, en los que puedes explorar y vivir nuevas experiencias. Sea cual sea tu elección, asegúrate de encontrar un poco de tiempo para disfrutar de verdad. Viajando, puedes apreciar la vida de comodidad, lujo y seguridad que tienes a tu alrededor todos los días, algo que muchas personas de los países en desarrollo no tienen. Puedes apreciar verdaderamente lo que tienes, pero sumergirte en un lugar que es menos extraño de lo que estás acostumbrado te ayudará a apreciar realmente lo que ya tienes. Viajar te da una mayor sensación de paciencia que quizás no sabías que tenías. Hay muchas barreras lingüísticas y nuevas normas culturales en otros países con las que tendrás que lidiar si decides explorar un nuevo país. Estas cosas requieren paciencia para que tu viaje sea más placentero. Las personas que te rodean admirarán el esfuerzo que haces por escuchar más.
La sabiduría es algo que aprenderás a lo largo del camino, porque constantemente estás tomando decisiones y resolviendo problemas, lo que te dará mucha experiencia y sabiduría. Mientras conoces gente nueva, descubrirás nuevas ideas y enfoques para hacer cosas cotidianas y resolver problemas. Incluso puedes aplicar estas cosas que aprendiste a tu vida en general o para dar consejos a los demás. Aprenderás perspectiva al ver cientos de nuevos puntos de vista. Viajar puede dar miedo, pero realmente puedes aprender una nueva perspectiva al estar en situaciones completamente diferentes a las que estás acostumbrado. Realmente te ayudará a ser más fuerte como persona. Conocer gente mientras viajas es la mejor parte; encontrarás amigos que harán que tu vida sea mucho más plena. La vida es mejor cuando se viaja mucho.