El Rijksmuseum es, sin duda, uno de los principales atractivos de los Países Bajos. Este excepcional museo ha atraído a turistas de todo el mundo con su abundante colección de arte. Más de 8.000 magníficas obras de arte se encuentran en su interior. Obviamente, no será posible explorar todo el museo en un día. Así que, si no tienes mucho tiempo, aquí tienes algunas opciones que no deberías perderte durante tu visita al Rijksmuseum.
El Pasaje
El pasadizo de Rijksmuseum Llama la atención al instante por la transparencia y la atmósfera que ofrece. La música interpretada por los músicos callejeros y otros anfitriones te entusiasmará y te ayudará a prepararte para el próximo viaje.
La ronda de noche
Esta obra excepcional fue pintada por el famoso Rembrandt Harmensz van Rijn en el año 1642. El cuadro fue realizado inicialmente para la casa gremial de los arcabuceros y en él aparecen figuras animadas. Se dice también que la joven que aparece en primer plano se parece a la esposa de Rembrandt.
La lechera
La lechera es una de las obras de arte más bellas y, sin duda, la mejor del Rijksmuseum. Johannes Vermeer pintó esta asombrosa obra de arte a finales del siglo XVI. Esta pintura retrata a una sirvienta, que está comprometida y totalmente absorta en su trabajo.
Autorretrato de Vincent Van Gogh
Esta asombrosa obra de arte fue realizada en el año 1887. Este autorretrato nos recuerda la deprimente y perturbadora historia de Vincent Van Gogh. Vincent sufría de locura, lo que lo llevó a la desesperación y la soledad. Poco a poco, terminó con su vida suicidándose en el año 1890.
Cuypers
Tras casi una década de reformas, el Rijksmuseum reabrió sus puertas al público en el año 2013. Pierre Cuypers, el arquitecto del edificio, sufrió muchas críticas y la opinión general sobre el museo fue que era “demasiado renacentista y gótico, no lo suficientemente holandés”. Cuypers se incluyó a sí mismo como escultura de piedra dentro del Rijksmuseum.
Banquete en el gremio de ballesteros
Se dice que esta asombrosa obra de arte es la mejor obra de Bartholomeus van der Helst. La pieza representa la firma del Tratado de Münster, el acontecimiento que puso fin a la guerra con España. La gente dice que uno va descubriendo más detalles de la imagen a medida que la mira.
La batalla de Waterloo
Jan Willem Pieneman pintó la Batalla de Waterloo en el año 1824. Prefirió dar a los soldados un aspecto tranquilo y relajado, aunque la batalla fuera temeraria. El cuadro fue pintado inicialmente para ser expuesto en el palacio de Bruselas.