El Vaticano es el destino turístico más popular de Roma. Atrae a gente de todo el mundo durante todas las épocas del año, lo que significa que si tenías ganas de visitarlo cuando hay menos gente, no tienes suerte. Sin embargo, los martes y jueves normalmente hay menos turistas en la mayoría de las atracciones del Vaticano. Es mejor evitar los miércoles y fines de semana si tienes una agenda apretada porque la ciudad tiende a estar un poco más ocupada esos días.
En ese sentido, de abril a octubre puede ser una de las mejores épocas para visitar los museos vaticanos, especialmente los viernes por la noche, cuando hay mucho menos gente. La mayoría de los grupos de turistas llegan por la mañana con la esperanza de evitar las multitudes, pero normalmente eso les juega en contra. De hecho, puedes encontrar los Museos Vaticanos un poco menos concurridos durante las horas de la tarde.
Pase lo que pase, nunca planifiques tu visita a la Basílica de San Pedro o a los Museos Vaticanos en sábado porque Roma recibe el máximo número de visitantes de diferentes partes de Italia y Europa durante los fines de semana. Tenga en cuenta que los Museos Vaticanos permanecen cerrados los domingos, a excepción del último domingo de cada mes. Dicho esto, los Museos Vaticanos son gratuitos el último domingo de cada mes, por lo que puedes esperar una gran multitud si vas de visita.
El Papa celebra una audiencia en la Basílica de San Pedro todos los miércoles del mes excepto el mes de julio. Durante el verano, la reunión se realiza en la Plaza de San Pedro, mientras que durante la temporada de invierno se lleva a cabo en la sala tipo auditorio cerca de la Basílica de San Pedro. Como miles de personas asisten a la audiencia papal, toda la zona tiende a estar muy concurrida todos los miércoles del mes. Teniendo esto en cuenta, muchos de los visitantes que asisten al encuentro en los patios de la Basílica de San Pedro también visitan los Museos Vaticanos después de la misa.
En general, en los meses de invierno hay menos multitudes en el Vaticano. Por ello, puedes planificar una visita a la ciudad romana de diciembre a febrero para tener una experiencia más relajada y explorar el Vaticano a tu propio ritmo. Para evitar aglomeraciones, conviene tener cuidado de no pasar por Navidad y Año Nuevo a menos que sea absolutamente necesario. Siempre puedes consultar con tu Guía de Roma y Ciudad del Vaticano para ayuda con las reservas.